Ayer estaba en su ermita. Hoy ya descansa en la basílica de la Asunción, donde permanecerá en el altar mayor hasta el 18 de septiembre. Y es que comenzaron los actos en honor a la Virgen del Buen Suceso, patrona de la ciudad, organizados por la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza.
Allí estaba la Virgen. De patrona a pueblo. Cara a cara con los más devotos. Son las siete de la tarde, el calor es sofocante y los ciezanos, resguardados del sol bajo la sombra de los eucaliptos, reciben a su patrona. Al paso del trono, algunos vecinos lanzan besos. Espontáneos. Directos a la talla de Juan González Moreno.
Fue una bajada rápida y alegre, y tan multitudinaria como de costumbre. Abriéndose paso a través de la multitud, a los pies del Balcón del Muro, la Virgen del Buen Suceso fue saludada por San Bartolomé, patrón de Cieza, un recibimiento que se realizaba por sexta vez en la historia en ese simbólico lugar.
En un día tan especialmente señalado, festividad de la Virgen, la esperaban, como es tradicional, una representación de la Corporación municipal, con el alcalde a la cabeza, Pascual Lucas, acompañado por el presidente de la JHP, Joaquín Gómez, y la presidenta de la Hermandad de San Bartolomé, Laura Villa. También iban el consiliario del cabildo de cofradías, José Antonio García, y la sargento jefe de la Policía Local, María José Hernández.
Junto a las cientos de devociones también hubo bailes interpretados por el Grupo de Coros y Danzas de Cieza. De nuevo zaragüelles, refajos y muchos claveles rojos y blancos. La Banda Municipal de Cieza bajo la dirección de Ginés Martínez cerraba este despliegue colorista de alegría y devoción.
La hermosa talla de González Moreno entró en la basílica de la Asunción con el acompañamiento del himno nacional. Su llegada a la plaza Mayor fue anunciada por el repique de campanas y arropada por los 'vivas' y los gritos de 'guapa' de los más devotos. También hubo el gusto de lanzar un castillo de fuegos artificiales en su honor.